La construcción de una vía férrea en las selvas del Chocó colombiano donde se desbastarían mas de 7 millones de metros cuadrados de selva virgen, podría tener graves consecuencias ambientales.
La deforestación, la contaminación del agua y la pérdida de hábitats naturales son solo algunas de las preocupaciones que surgen al considerar este proyecto.
Es importante considerar cuidadosamente los impactos ambientales antes de tomar decisiones que puedan tener efectos duraderos en nuestro planeta.
considerar una consulta es considerar un suicidio ambiental en este territorio lleno de una riqueza natural única en el mundo.
El presidente Gustavo Petro dio una noticia muy escalofriante y temerosa para nosotros los ambientalistas, hablar de una ruta en tren por las selvas del choco desde CUPICA CHOCO hasta APARTADO ANTIOQUIA, es anunciar un genocidio ambiental de unas consecuencias descomunales; imaginar la gran cantidad de biodiversidad de flora y fauna que se perderían al romper estas selvas virgenes y donde empezarían las acciones antrópicas propias del hombre en pleno desarrollo industrial que vive nuestro país, sumado a la tala indiscriminada de arboles que ya se practica en este territorio y ni que hablar de la explotación de oro en los diferentes afluentes de este territorio rico en flora y fauna únicos en el mundo.
Los habitantes del Choco y de Antioquia no pueden permitir que se cometa semejante atentado ambiental, máxime cuando el gobierno del cambio pregona la protección del medio ambiente y de los recursos naturales, hablar de progreso y desarrollo implica compromiso social, cultural, ambiental y humano ante todo, hoy se habla de cuidar nuestros recursos, pero el interés descomunal de la clase política por el dinero no puede estar por encima de las clases mas afectadas que son las que habitan el territorio con sus costumbres culturales y autóctonas de cada pueblo y región en particular.
Mi invitación al gobierno nacional es buscar otras formas de generar progreso e inclusión social, entendiendo que cada riqueza ambiental que sacrifiquemos es nuestro propia condena que le heredamos a las futuras generaciones, lo que le corresponde a quienes habitan el territorio es mas grande aun ya que ellos mismos vivirán en carne propia las consecuencias de este genocidio ambiental.
JOSE ALDEMAR MUÑOZ DUQUE
